Luz y Sombra.

viernes, 7 de diciembre de 2007

SINFONIA OPTIMISTA

Oh, dádiva, oh, destino, la misión de cantar
es divina y humana, pues no excluye el llorar.
Los pájaros poetas que transforman las ramas
en jocunda oración:
que violan los recónditos y azules panoramas
con alas que prolongan su propio corazón;
también se están huraños, en un espanto mudo,
también alzan insólito y discordante pío:
también tiemblan de frío
sobre el arbol desnudo
y en el nido vacío...

No te sorprenda así verlos cantando
una vez y otra vez,
quizá llorando.
¡Sigue su ejemplo y cántale a la vida!
¡Aún con los rojos labios de tu herida!

Samuel Ruiz Cabañas

¡La dejé!...Mis patrios lares,
¡Arbol despojado y seco!,
ya no repiten el eco
de mis pasados cantares.

Yo crucé los vastos mares
ansiando cambiar de suerte,
y mi locura no advierte
que, en vez del bien que buscaba,
el mar conmigo surcaba
el espectro de la muerte.

José Rizal
(Fragmento de "Me piden versos")

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